Juan Alfredo Gonzabay Cayetano, candidato para ser reelecto como presidente del GAD de Progreso, falleció el 13 de enero. Sin embargo, la población votó por él, dándole el triunfo en estas elecciones seccionales 2019.
La parroquia rural Juan Gómez Rendón (Progreso), de la provincia del Guayas amaneció proclamando como presidente de su Junta Parroquial a un fallecido. Juan Alfredo Gonzabay Cayetano, de 59 años, murió el 13 de enero debido a un paro cardiaco tras padecer de insuficiencia renal.
A pesar de que su movimiento político, Madera de Guerrero, estaba al tanto del fallecimiento de su candidato, no se logró la rectificación temprana de las actas electorales, lo que provocó que la ciudadanía decidiera reelegir a Gonzabay como presidente del GAD, en conmemoración a su memoria.
En el artículo 112 de la Ley Orgánica Electoral se establece que: “Si un candidato o candidata a elección popular fallece o se encuentra en situación de inhabilidad física, mental o legal comprobada antes de las respectivas elecciones, la organización política o alianza que auspicie esa candidatura podrá reemplazar con otro candidato de la misma organización política o alianza”.
Asimismo, se informa que si el hecho se produce antes de la impresión de las papeletas correspondientes, se volverán a imprimir las actas con la fotografía y nombre del reemplazo.
Henry Cucalón, director en Guayas del movimiento Madera de Guerrero, a través de una rueda de prensa aclaró lo ocurrido en Progreso: “Hay un procedimiento que está en el Código de la Democracia. Cuando inscribimos a un candidato no esperamos que se muera. Así que si el sistema democrático está preocupado por los muertos, yo estoy preocupado por los vivos, quienes fueron los que votaron. Serán las autoridades electorales las que tendrán que definir”.
No obstante, el Consejo Nacional Electoral (CNE), por el momento no se ha pronunciado al respecto, pese a que Esteban Anastasio, candidato por el movimiento Centro Democrático, denunció este hecho.
Confusión electoral
“Los señores del CNE nos han engañado. Quieren postular a un muerto. ¿Cómo va a dirigir un muerto a una parroquia? Yo soy el candidato más votado de los vivos”, enfatizó el también aspirante a la Junta Parroquial.
Según declaró Anastasio a EXTRA, él obtuvo 1.688 votos, lo que lo posiciona como el segundo candidato más puntuado después de Gonzabay. Con esta premisa, junto a delegados de los recintos se dirigió a la sede del CNE, en Guayaquil, para realizar el reclamo formal.
Por otra parte, María Rosales, suplente de Gonzabay, explicó que tiene el total soporte de su partido político para que ella se posesione en el cargo de esta dignidad. “La familia de Don Juan (Gonzabay) me está apoyando, entonces tengo que seguir con este cargo. Tenemos que seguir con los proyectos que dejó inconclusos, de agua y alcantarillado”, añadió.
Votos por solidaridad
Luis Loor, actual presidente de la Junta Parroquial de Progreso, afirmó que la población conocía sobre la muerte del candidato Gonzabay. Sin embargo, el pueblo decidió votar por él como un acto de “solidaridad”.
“Sabían que estaba muerto y sin embargo votaron por él, en memoria de que fue uno de los mejores presidente del GAD parroquial que ha tenido Progreso”, así lo afirma Zoraida Figueroa, moradora de esta parroquia de Guayaquil, en referencia a Juan Gonzabay Cayetano.
Gonzabay estaba casado y tenía 3 hijos mayores de edad. Pertenecía a las filas del movimiento Madera de Guerrero. La población lo describió como un hombre responsable, humilde y honrado.
Al difunto se lo recuerda por haber gestionado el alcantarillado sanitario, la regeneración de Progreso, el cementerio, entre otras obras.
