Luego unas cuantas copas, la noche del domingo 27 de diciembre, Leonardo Murillo, de 71 años, se sintió mareado y decidió ir a ducharse para aliviar la resaca. No pensó que una acción habitual, lo llevara a la muerte.
Según los relatos de su esposa a la Policía, Murillo se habría resbalado tras perder el equilibrio en el baño, golpeándose fuertemente en la cabeza, provocando su fallecimiento inmediato.
Una ambulancia acudió hasta su domicilio en el recinto Las Cañitas, de la parroquia Febres Cordero, pero una vez ahí solo pudieron comprobar que el hombre ya no tenía signos vitales.