QUEVEDO. El agua de los lavamanos de la Universidad Técnica de Babahoyo (UTB) extensión Quevedo cae a ‘cuenta gota’, los proyectores están de adorno, asimismo las computadoras; no hay luz, y algunos ventanales se están desmoronando, así fueron recibidos los 760 estudiantes de esta institución en su primer día de clases presenciales.
Karime Valencia, estudiante y dirigente de la universidad, hizo un llamado de atención a través de la prensa a las autoridades competentes, describiendo todas las falencias que tiene la institución en cuanto a infraestructura.
‘Hacen lo que pueden’
Los docentes de la Alma Máter traen sus equipos para poder impartir clases sin inconvenientes, ya que las computadoras y los proyectores están en desuso. Son 23 aulas que mantienen estos problemas. “Docentes y estudiantes convivimos en esta universidad, es nuestra segunda casa”, añadió Valencia.
Los estudiantes dicen sentirse abandonados por la matriz que se encuentra en Babahoyo y piden que se los considere por ser el cantón con mayor población y que alberga jóvenes de alrededores: Mocache, El Empalme, Buena Fe, Valencia e incluso La Maná. Han recogido firmas de más del 50% del estudiantado y esperan ser escuchados.
Contraste
Sobre esto, el director de la extensión, Francisco Bustamante aclaró que respetan el pronunciamiento de los estudiantes y añadió que a raíz de la pandemia la UTB en general tuvo una reducción de presupuesto de 2 millones 200 mil dólares.
“Este déficit afecta el mantenimiento, a pesar de esto, nuestro rector Marco Oviedo ha hecho miles de cuestionamientos para poder equiparar…la semana pasada tuvimos aquí el equipo de mantenimiento de la Matriz, vinieron a dar mantenimiento a equipos”, manifestó.
En cuanto al problema del agua refirió que las cañerías están tapadas y las bombas tienen problemas de mantenimiento, que ya se ha gestionado con las autoridades sobre esto. “Usted sabe que en Quevedo tenemos un gran problema que es el agua y no se diga la universidad”, expresó.
Dijo que ya se ha gestionado la adjudicación de dicho presupuesto, pero que lamentablemente en las instituciones de Estado el proceso lleva su tiempo. (I)