Artículo de opinión: «Las luchas de mujeres no son aisladas, necesitamos de otras para avanzar e inspirarnos”, Matilde Hidalgo Navarro.
Desde 1942 la visibilización de la mujer en el escenario político del país ha significado una lucha que cada día toma mayor impacto, para aquella época, Matilde Hidalgo alcanzó el derecho al voto, terminó su carrera de médico y ocupó cargos de elección popular y se convirtió en un ícono de poder femenino, al ser la primer mujer en sufragar en Latinoamérica y ser la primer mujer en estudiar medicina y entrar a la esfera política.
La participación política de las mujeres dentro de los comicios electorales aumentó en el país debido a reformas en el código de la democracia emitidas por el Consejo Nacional Electoral (CNE), donde se realizó un incremento paulatino: para las elecciones del 2021 fue del 15%, para las elecciones del 2023 el 30% y se espera que para el 2025 sea del 50%.
Sin embargo, estas cifras no representan una aprobación de la participación y confianza en el liderazgo político femenino, puesto que al ser exigido como parte de un programa incluyente y democrático, algunas organizaciones políticas se encontraron ante una problemática, ya que al no contar con figuras femeninas dentro de su militancia, optaron por buscar figuras para cumplir con dicha “exigencia”, más no para visibilizar y menos aún para promover la participación política de las mujeres.
Durante las elecciones de los comicios electorales del 2023 dentro de los resultados obtenidos según los registros del Consejo Nacional Electoral (CNE), las mujeres alcanzaron 42 alcaldías y 7 prefecturas cuya administración empezará desde el 14 de mayo del 2023. Estos resultados evidencian que las mujeres electas a las alcaldías alcanzan el 19% de los 221 cantones a nivel nacional y el 30,4% entre las 23 prefecturas del Ecuador exceptuando a Galápagos que no elige prefecto pues funciona como un régimen especial, demostrando que aún nos falta mucho para igualar la confianza política hacia las mujeres, pues aun el 81% de cargos públicos los obtuvieron los hombres en las alcaldías, una brecha enorme pero no imposible de superar.
Para este siglo, Diana Caixa alcanza un lugar en la historia al convertirse en la primera mujer indígena en llegar a la Alcaldía en Ambato, sin dudas un logro más que marca una ruta para continuar con el referente de trabajo y visibilización de las mujeres en la esfera política.
Nuestra constitución garantiza la igualdad de derechos y oportunidades para hombres y mujeres, promoviendo la participación igualitaria y política de todos y todas. Es posible que para las próximas elecciones las reformas al Código de la Democracia, planteadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE) se apruebe un mayor porcentaje de mujeres candidatas para que, de esta forma, se convierta en un sistema paritario, incluyente y patrocinador de la igualdad.
Es importante por lo acontecido, hacer un llamado a todas las mujeres, es el espacio que se requiere para que nuestra voz sea escuchada, debemos aprovechar este siglo, pero a su vez debemos estar académica, socio-cultural y políticamente preparadas, pero sobre todo unidas.
Autora: Soc. Guadalupe Jiménez