Tras la decisión del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) de cerrar los cementerios por el Feriado de los Difuntos, para así evitar aglomeraciones, algunas personas acuden días antes, para visitar a sus muertos y dejar limpias sus bóvedas.
Ayer, 25 de octubre de 2020, familias recorrían los pasillos del cementerio municipal de Quevedo para colocar velas y allí también se encontraban ‘los maestros’, quienes por 15 dólares rediseñaban la fachada de las bóvedas.
“Lo estamos haciendo desde ahora porque está prohibido a partir del 30 hasta el 3 de noviembre, yo sé que nos perjudica bastante el negocio, pero conocemos que por difuntos este cementerio se llena”, manifestó Fabián Rivera.
Las tradicionales ventas de flores en la calle Quinta, al lado de la Iglesia San José también salieron perjudicados económicamente. Los comerciantes indican que tuvieron que bajar los precios de los ramos porque han visto que sus clientes llegan con menos dinero para comprar.
Así lo manifestó Erlinda Cagua, comerciante. “La gente está un poco ‘apretadita’ porque no hay circulación de dinero y también porque no permitirán abrir los cementerios. No hay ventas esto está desolado, no es de pelea ni nada porque las rosas se pudren, están llevando ramo pequeño, no están llevando ramos grandes”, finalizó la comerciante.
Los coes cantonales de Quevedo y Babahoyo han decidido acogerse al petitorio de su homologo y prohibir la visita de los cementerios desde el 30 de octubre hasta el 3 de noviembre. El cantón Valencia sí abrirá y Baba sólo hasta el 1 de noviembre. (EHL)